Educación de Arquitectura en Chile: Competencia, Colaboración… y Crisis.

miércoles, 29 de abril de 2009

*Articulo extraido de plataformaarquitectura.cl
(por David Assael)

La semana pasada tuve un par de reuniones con algunos directores de distintas Escuelas de Arquitectura en Los Ángeles y San Francisco donde me enteré que en California existen 9 escuelas de Arquitectura (Si fuera un país, California sería la octava economía del mundo) y en total en todo Estados Unidos, con más de 300 millones de habitantes existen poco más de 125 escuelas de Arquitectura. Me fue imposible no pensar en Chile con tan solo 16 millones de habitantes hay 44 escuelas de arquitectura. Ya se imaginan cuál era la impresión de estos directores al enterarse de nuestra realidad nacional…
Sacando cuentas, nos enteramos de que en USA hay una escuela de Arquitectura por cada 2.400.000 habitantes mientras que en Chile hay una escuela cada 363.000.
Sin duda, cifras bastante impresionantes.
¿Cómo se explica esto? ¿Cuál es la lógica de que actualmente haya más estudiantes de arquitectura que arquitectos titulados ejerciendo la profesión en nuestro país?
Algunos podrán pensar que Chile es un país altamente educado que está próximo a comenzar la exportación masiva de profesionales… quizás. Pero a mí personalmente me parece que existe una alta cuota de irresponsabilidad tanto por parte de nosotros, los arquitectos profesionales como gremio, pero también de las universidades quienes parecieran no percatarse del problema que se avecina y siguen actuando como si fuera lo más natural del mundo abrir escuelas y empezar a competir como quien abre un supermercado.
Después de un tiempo discutiendo al respecto, creo entender la lógica que económica que está detrás de esto: la desregulación (para algunos: autorregulación) del mercado de la educación superior hará que aumente la competencia y que finalmente triunfen los mejores, o sea en 5 años más,
cuando haya más del doble de los Arquitectos que hay ahora, suponiendo que las oportunidades de trabajo se mantienen estables, en vez de 5 posibles arquitectos por encargo (por poner un número al azar), habrán 10 o 12 profesionales tratando de realizar el trabajo, o sea, tendremos más competencia (lo que en teoría debería de mejorar la calidad)… y lógicamente más desempleo. Y también no es de extrañarse que algo parecido suceda con la competencia que actualmente hay entre las escuelas de arquitectura, donde a todas luces parece insostenible que se mantenga tal cantidad de éstas.
Me gustaría plantear 3 preguntas relacionadas a esto, a las que trataré de dar respuestas pero donde probablemente ustedes tienen mucho más que decir: ¿El aumento de la competencia traerá mejor arquitectura? ¿Qué pasará con quienes no encuentren trabajo cómo Arquitectos? ¿Quién se beneficia con esta desregulación de la educación de arquitectura?
¿El aumento de la competencia traerá mejor arquitectura?Creo que sin duda traerá una baja en los costos (
llámense honorarios profesionales, los que pensaba que ya no se podían bajar más), y con esta baja de costos me parece que lo lógico es que muchos arquitectos no se dediquen a ejercer como tales, por lo que a largo plazo se equipararán la oferta de servicios de arquitectura y su demanda, pero a corto plazo puede ser de que efectivamente haya más competencia, pero tampoco nada nos indica que los arquitectos que están saliendo de todas la universidades vayan a ser buenos profesionales, así que tengo mis dudas al respecto.
¿Qué pasará con quienes no encuentren trabajo cómo Arquitectos?Para esta pregunta hay muchas respuestas, pero me gusta pensar en un dato que dice algo así como que de cada 10 niños que entran hoy al colegio, en el futuro al menos 6 tendrán trabajos que hoy no existen. Con esto voy a que el rango de cosas que puede hacer alguien que estudió arquitectura es mucho más amplio que lo que uno se imagina cuando está estudiando. Lógicamente algunos arquitectos ejercerán como tales, otros se dedicarán a la docencia (calculo que deben de existir actualmente al menos 2500 arquitectos que se dedican a esto en Chile), otros se especializarán en campos específicos dentro de los servicios de arquitectura: certificadores leed, modeladores 3D, expertos en estructuras, consultores en eficiencia energética y un largo etcétera. Y probablemente muchos se dediquen derechamente a otras cosas relacionadas o derechamente a algo totalmente distinto lo que estudiaron.
¿Quién se beneficia con esta desregulación de la educación de arquitectura?Aquí es donde tengo más dudas… En el corto plazo, se benefician lógicamente las Universidades que han abierto la carrera las últimas décadas, las que claramente ven en esto un negocio interesante, ya que de no hacerlo, no existirían. También en el corto plazo aparentemente se benefician todos quienes salen del colegio y ven que tienen la oportunidad de estudiar la carrera de sus sueños, sin importar si en la PSU (prueba de admisión a la educación superior chilena) les fue bien o mal. A largo plazo ni los arquitectos se beneficiarán, ni individualmente ni como gremio, asociación o lo que corresponda. Probablemente quienes requieran servicios de arquitectura tampoco, ya que la baja de los costos no asegura que se mantenga la calidad del servicio.Y claramente ni la sociedad en su conjunto ni las ciudades tampoco.
Conversando con los directores de escuelas que mencioné al principio sobre la regulación en la educación de Arquitectura, me enteré de que todas las escuelas de arquitectura de California son parte del directorio del American Institute of Architects estatal, el que a su vez también tiene como directores a los arquitectos de las principales escuelas de arquitectura del estado. Acto siguiente, me preguntaron cómo era en Chile… y bueno la historia ya es conocida.
Lo que quiero rescatar de esto es que probablemente la única forma de buscar una solución a este problema sea empezar a generar un espacio común de discusión, donde estén presentes todos los actores involucrados: Cada una de las Escuelas de Arquitectura, las Asociaciones Profesionales y los Estudiantes de Arquitectura… ya todos saben cuáles son las reglas del juego, creo que el siguiente paso es ponernos de acuerdo para empezar trabajar en conjunto, colaborar y a modificarlas. Mientras no nos pongamos de acuerdo y sigamos compitiendo todos con todos, no llegaremos a ninguna parte. Se entiende que el espíritu de nuestro modelo de mercado es la competencia, pero muchas veces es necesario generar alianzas, consensos, acuerdos y colaborar para avanzar como sociedad.




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es importante que como estudiantes estemos informados de lo que acontece con nuestra educacion y por sobre todo el futuro que se nos viene, este articulo es bastante bueno y nos da un panorama no muy alentador, sin embargo hay que se ser cautos y no alarmarse, como bien dice el articulo, la colaboracion es lo principal en tiempos de crisis.


opinen!!

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